El pasado 15 de abril publicamos en Facebook que la Agencia Tributaria ha anunciado una serie de directrices de control, programadas para 2014, como controles de Internet, auditorías informáticas, control de pagos, control de declaraciones negativas presentadas de forma sistemática, insolvencias ficticias, aplazamientos de impuestos sistemáticos, etc…
Si bien queda claro que se intensificarán las inspecciones «in situ», para priorizar la lucha contra el fraude o la doble contabilidad, la AEAT tampoco tendrá total libertad de acceso a los ordenadores o documentación de la empresa. En efecto, varias sentencias, y en especial la Sentencia 69/1999, de 26 de abril de 1999 indican claramente que la administración no puede vulnerar el derecho a la intimidad del domicilio. Así pues, si los ordenadores están situados en una zona del local abierta al público o una zona en la que se desarrolle una actividad laboral o comercial (por ejemplo, almacenes), el inspector de Hacienda podrá acceder a ellos presentando una autorización escrita del delegado o director del departamento, en la que se indique claramente que puede verificar los equipos informáticos. En caso de que el inspector no aporte dicha autorización, se le podrá denegar el acceso a los equipos informáticos, sin que ello conlleve una sanción.
Sin embargo, los ordenadores que se sitúen en zonas reservadas a la dirección, o gestión de la empresa (sin intromisiones ajenas), o incluso zonas en las que se almacene la documentación de la empresa, el inspector no podrá tener acceso a ellas sin una autorización judicial, en la que se debe indicar día, hora, duración de la inspección y personas que intervengan. Idem en caso de domicilio particular.
Si a pesar de tu oposición los inspectores acceden sin orden judicial o autorización correspondiente, haz constar en la diligencia que no consientes dicho acceso, de manera que posteriormente pueda solicitarse a los tribunales la liquidación o sanción que pueda derivarse de la actuación, ya que la información se habrá obtenido de forma irregular.
Esta serie de actuaciones, no obstante, traerá más jurisprudencia, puesto que, en la era de la información, donde los ordenadores del trabajo se utilizan en muchas ocasiones para ámbito personal, deberá establecerse el derecho a la intimidad de los trabajadores en el ámbito de una inspección de Hacienda a la empresa… y tantas otras dudas por resolver, en un mundo donde todo se torna cada vez más complejo y donde muchas normativas se contradicen unas a otras.